Mucho se piensa en el francés hablado en París y el entorno de la Torre Eiffel pero, en verdad, el francés es una lengua profundamente africana, tras su pasado colonial. Países como Argelia, Túnez, Senegal, Camerún, Togo, Costa de Marfil, Gabón, Benín, Mali, Madagascar y otros, representan a la francofonía africana.